Vive justamente ante Dios
Así termina este Salmos. Confesando la justicia de Dios y alabándole por ser un Juez justo. En aquel contexto era muy normal acudir al templo, apelando a la justicia de Dios, buscando a los sacerdotes, que pronunciaban sentencia inapelable ante las partes en conflicto. Era una institución que también tenía las funciones de una Suprema Corte de Justicia. En este proceso judicial, los sacerdotes indagaban si la sentencia era justicia divina (Deuteronomio 17:8-11; 19:16-20).