Protección
Estaba acabada, abrumada y temerosa del futuro. Mis hijos tenían nueve y siete años y sentía que todo lo que Jon y yo estábamos haciendo como padres estaba fallando. Las presiones que enfrentaban nuestros hijos para sobresalir en lo académico, deportivo y social parecían abrumadoras y todo lo que quería hacer era protegerlos. Mi instinto fue esconderlos del mundo, darles lo que quisieran y mantenerlos a salvo bajo mi cuidado.