Los Salmos Históricos se clasifican así porque contienen un recuento de la historia de Israel. Lo más probable es que se cantaran durante el culto en el tempo en el antiguo Israel. Los Salmos 78, 105, 106, y 136 suelen clasificarse como salmos históricos. Por ejemplo, la repetición del estribillo al final de cada verso en el Salmo 136 indica la respuesta de los adoradores a la primera línea de cada verso, del canto de un líder musical.

Características Clave de los Salmos Históricos

Los salmos históricos se enfocan principalmente en ciertos eventos cruciales que ocurrieron en los primeros días de Israel, como el éxodo de Egipto, el viaje por el desierto y la entrada a Canaán. El Salmo 78 también menciona la elección de Dios de Judá, Sión y David (vv. 67-72). El salmo 106 hace una breve referencia a la subyugación de Israel por parte de naciones extranjeras (vv. 40-46).

Estos salmos buscan lograr un objetivo teológico particular a través del recuento selectivo de la historia de Israel. El objetivo del Salmo 78 es mostrar por qué Dios escogió a Judá, Sión y David. El salmo 105 describe cómo Dios cumplió la promesa de la tierra de Canaán. El Salmo 106 busca el favor de Dios para restaurar a Israel de entre las naciones. El salmo 136 proclama el amor perdurable de Dios por Israel y toda la creación.

Los salmos históricos invitan a cada generación a enseñarle a la próxima generación su lugar en la historia de Dios y a participar en los poderosos actos de liberación de Dios (Salmo 78:3-4).

Estos salmos también pretenden motivar a la comunidad oyente a no repetir los pecados de sus antepasados. La formación de la vida de obediencia y fe en el presente y en todas las generaciones futuras es una preocupación clave de estos salmos (78:7-8)

Una característica importante de los Salmos 78, 105 y 106 es la confesión de los pecados de los antepasados por parte de la generación actual. En el salmo 106:6-7, los adoradores confiesan sus propios pecados y malas acciones, al igual que confiesan los pecados de sus antepasados.

La comunidad de adoración actual incluye en su relato del pasado su recuerdo de la fidelidad de Dios en medio del pecado y la rebelión de sus antepasados (78:9-72; 106:7-46).

Otro propósito importante de estos salmos es dar esperanza a las generaciones presentes y futuras de que se puede confiar en Dios para su salvación (vea el enfoque en la misericordia de Dios en el salmo 78 y 106).

Los salmos históricos invitan al pueblo de Dios a vivir una vida de gratitud por la misericordia de Dios, el perdón y su amor y fidelidad constantes (vea el llamado a dar gracias al Señor al inicio de los Salmos 105, 106 y 136).

La comunidad de adoración israelita incluía a toda la creación y a cada criatura como receptores del amor y cuidado de Dios, el cual Israel experimentó en su historia (salmo 136). Este salmo afirma que tanto la creación entera como Israel dependen del amor firme y duradero de Dios para su existencia.

Los cristianos pueden encontrar en los salmos históricos una invitación a ser una comunidad de adoración que vuelve a contar la historia de las obras maravillosas de Dios en Cristo y en sus vidas personales. Estos salmos nos desafían a vivir como un pueblo fiel y obediente que enseña a las generaciones futuras su lugar en la historia de Dios. También nos recuerdan que nuestra esperanza para el presente y el futro está en la misericordia, el perdón, la fidelidad y el amor perdurable de Dios por toda la creación.

Alex Varughese es profesor emérito de Literatura Bíblica en la Universidad Nazarena de Mount Vernon y editor general de la serie New Beacon Bible Commentary de The Foundry Publishing.