Un Misericordioso Salvador
Todo ser humano es culpable ante Dios por su pecado y no puede huir de esta culpa y condenación. Cada uno de nosotros estaba destinado a la muerte, pero a través de nuestra fe en la intervención misericordiosa del Hijo de Dios que tomó nuestros pecados sobre Él, podemos ser salvos. En la cruz fuimos rescatados y redimidos, liberados de la esclavitud del pecado.