Buscando al desconocido
La búsqueda
En Juan 6: 22-59[1] está inmerso en una serie de eventos que sucedieron y que sucederán en la vida de los discípulos, los pueblos de alrededor y de Jesús. Definitivamente, ha ocurrido algo que no es normal en la vida cotidiana de la gente; la «multiplicación de los panes y los peces…» (vrs. 1-15).
Esta acción, de alguna manera le confirma a la gente que este hombre no es “cualquier hombre”, debe ser un “enviado” el que vendría a este mundo, de acuerdo con las profecías del Antiguo Testamento. Esto hace que Jesús intuya las intenciones del pueblo (vrs.13-14). El otro evento que sus discípulos fueron testigos es que Jesús camina sobre el agua (vr. 19).
Bajo estos sucesos se desarrolla el pasaje de este artículo, la gente buscaba a Jesús (vr. 24), y al encontrarlo, Él los confronta con autoridad, revelándoles la razón de su búsqueda.
1. Lo buscan por lo que Jesús les dio. Él les dice que por el pan lo están siguiendo. «El pueblo comió hasta saciarse» esto les traía beneficio estar cerca de Jesús. Sin embargo, Jesús aprovecha este momento y les ayuda a tener sus prioridades en orden en su mente y su corazón.
2. Jesús les recuerda que su prioridad debe ser por lo imperecedero, por lo eterno, tema que es profundo y que Juan sigue tocando en los otros capítulos de este libro.
3. Jesús se identifica con ellos como la respuesta a lo que él mismo les está poniendo como prioridad en sus vidas. Dios les está dando el «pan imperecedero», por medio de Él, su encarnación y su mensaje salvador.
Preguntas y demandas
Después de la confrontación de Jesús a los que le seguían, surge un dialogo con preguntas y demandas del pueblo para «poder creer en Él como el mesías enviado». El diálogo se desarrolla en un ambiente de inseguridad, pero a la vez de curiosidad. ¿Qué quiere Dios? ¿Cómo pruebas que eres el enviado? ¿Puedes darnos el Pan para no perecer? ¿Puede ser este el Pan? ¿Acaso no conocemos a sus padres? ¿Cómo puede darnos su carne?
Todas estas preguntas y comentarios que el pasaje narra se van dando a medida que Jesús empieza a revelarse ante ellos. El punto es que Jesús vuelve a la conclusión que ellos son tardos para entender y su mente está enfocada en el poder, la gloria del Pueblo que tuvo antes y no en el mensaje redentor salvador de Jesús para un pueblo de un Reino que no es de este mundo (vr. 36).
Respuestas contundentes
La revelación de Jesús en este diálogo es contundente. Revela la razón de su encarnación, el origen de su procedencia, la misión de su venida y el alcance de su sacrificio y mensaje.
- «El Padre me envió» con un propósito (vrs. 38-39) que los que crean en mí, ellos tengan vida eterna y estén para siempre con el Padre.
- El Padre me dio un mensaje «Yo soy el enviado, el pan de vida, el que cree en mí tendrá vida eterna y no perecerá jamás».
- Yo soy al que ustedes necesitan: No ha existido ni existirá después de Jesús, alguien que nos garantice, como Jesús lo hizo, con su propia vida, que tendrá vida eterna si le creen, le reciben y lo siguen.
Que importante es para la iglesia de hoy revisar sus prioridades, su mensaje y su misión. Sin un concepto claro de quién es Jesús y su misión, difícilmente podremos cumplir la misión del Reino.
El mundo sigue teniendo preguntas existenciales, por lo que se requiere de respuestas existenciales. No podemos evadir la “teología del pueblo”, que perciben a diario. Es imperativo enseñarles al Cristo encarnado, Él es el mensaje, es el camino y es la vida.
[1] La versión usada en este escrito: Lockman Foundation. (1998). Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas (electronic ed., Jn 14:18). La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman