Termina una era. Comienza una nueva.

La era del Herald of Holiness (Heraldo de Santidad) termina con este número. Después de 87 años y más de 3.600 números, el amado Heraldo, tal como los nazarenos lo han llegado a conocer, aceptar y abrazar, deja de existir. Durante casi nueve décadas, nueve editores diferentes han guiado al Heraldo, proclamando con veracidad la doctrina y la experiencia de la santidad cristiana. De ahí el nombre: Heraldo de Santidad.

Los Inicios del Heraldo

Cuando tres grupos diferentes se unieron en 1908 para formar la Iglesia Pentecostal del Nazareno, la nueva denominación reconoció y apoyó durante un tiempo tres publicaciones diferentes: The Beulah Christian (Rhode Island), The Pentecostal Advocate (El Intercesor Pentecostal) (Texas) y Nazarene Messenger (Mensajero Nazareno) (California). En 1911, el Comité de Intereses Editoriales de la iglesia general recomendó la elección de una Junta de Publicaciones, que recibió la debida autorización para establecer una editorial central y un periódico de la iglesia.

La nueva Junta de Publicaciones compró equipo de impresión y estableció una empresa editorial en Kansas City. La junta también eligió a B. F. Haynes como editor y a C. A. McConnell como editor de la oficina del nuevo periódico. El órgano oficial de la Iglesia Pentecostal del Nazareno, titulado Herald of Holiness, (Heraldo de Santidad), salió de la imprenta en 1912.

El primer número —volumen 1, número 1, fechado el 17 de abril de 1912— contenía 16 páginas de texto en blanco y negro y cuatro pequeñas fotografías. Junto con editoriales y artículos había un poema de Haldor Lillenas y una lección de la Escuela Dominical sobre las Bienaventuranzas. El precio de la suscripción era de $1,00 al año.

Proclamar la Santidad

Durante los últimos 87 años, los editores del Heraldo han proclamado fielmente el mensaje de la santidad del corazón. En su primer editorial, B. F. Haynes escribió: “Mientras que la gran corriente en propósito y esfuerzo sea la enseñanza y propagación del nuevo nacimiento desde lo alto, y de la santidad como una segunda obra definida de gracia, El Heraldo de Santidad defenderá cada principio y verdad esencial para… el avance del Reino de nuestro Redentor en el mundo”.

Considere estas citas de los editores del Heraldo:

“El camino de la regeneración al cielo pasa directamente por la ‘santificación del Espíritu’… llega el momento en que uno debe convertirse en un cristiano santificado o no puede seguir siendo cristiano en absoluto” (J. B. Chapman, 18 de abril de 1923).

“La santificación para nosotros debe ser algo más que una mera doctrina. Debe ser una experiencia vital y palpitante de pureza de corazón y devoción a Dios” (H. Orton Wiley, 8 de junio de 1935).

“Por la obra del Espíritu Santo en la santificación completa, la naturaleza del pecado que permanece dentro del corazón de un cristiano nacido de nuevo es destruida, . . . ‘para que de ahora en adelante no sirvamos al pecado’” (D. Shelby Corlett, 25 de marzo de 1939).

“El nuevo nacimiento, o conversión, conlleva una cierta purificación; por eso la santificación se llama completa porque termina la limpieza de toda la personalidad cuando destruye el pecado innato” (Stephen S. White, 1 de agosto de 1949).

“[Dios] purga las emociones y perfecciona el alma en amor. Pero también fortalece la voluntad y la guía en propósitos santos. Nos ayuda a llevar todo pensamiento cautivo a Cristo” (W. T. Purkiser, 11 de enero de 1961).

“A quienes [Dios] justifica, también los santifica. Es esta verdad bíblica completa la que predican los nazarenos. “Dejar de lado la santificación, un cambio real en el hombre, es predicar un evangelio truncado” (John A. Knight, 19 de noviembre de 1975).

“La promesa [de Dios] de hacernos santos no se da a la ligera. En la muerte expiatoria de Cristo y en el poder del Espíritu, se ha hecho provisión para santificarnos completamente. Dios quiere que seamos vasijas adecuadas para Su propósito, . . . haciéndonos aptos y seguros para vivir con Él” (W. E. McCumber, 15 de marzo de 1984).

“La santificación también comienza en la conversión. Nuestros teólogos la llaman ‘santificación inicial’. Pero la entera santificación y la purificación completa, Dios elige hacerlas un don posterior” (Wesley D. Tracy, septiembre de 1997).

Sin lugar a dudas, el Heraldo ha sido claro y veraz en su proclamación de la doctrina wesleyana de santidad.

Datos sobre el Heraldo de Santidad

A través de su larga historia se han producido muchos cambios en el formato, el aspecto y el precio del Heraldo.

A continuación, se ofrecen algunos ejemplos:

• Durante los primeros 51 años, el Heraldo se publicó semanalmente. Desde marzo de 1971 hasta julio de 1989, fue una revista quincenal. Recién en su última década, a partir de julio de 1989, se convirtió en una revista mensual.

• El Heraldo comenzó con 16 páginas y aumentó a 32 páginas bajo la dirección editorial del Dr. Chapman. A lo largo de los años, la cantidad de páginas fluctuó, aumentando y disminuyendo en varios momentos, de 18 a 32 páginas. En 1971, la revista mantuvo constantemente 32 páginas, hasta julio de 1989, cuando pasó a 48.

• El Heraldo fue una revista completamente en blanco y negro hasta el 11 de septiembre de 1949, cuando apareció el color en la portada y la contraportada. El 1 de marzo de 1961, se le dio por primera vez tratamiento a dos colores a todas las páginas interiores, así como a las portadas. El color completo llegó con la Asamblea General de 1980.

• El precio de suscripción se mantuvo en $1.00 hasta 1950, cuando aumentó a $1.25. Una década después, el costo era de $1.50. Los incrementos de suscripción aumentaron a través de los años: $2.50 . . . $4.00 . . . $6.50 . . . $7.50 . . . $9.00. Luego, en los años 90, el precio subió a $10.00 y llegó a $12.00. Pero, sea cual sea el costo, el Heraldo siempre ha sido, y sigue siendo, una buena oferta.

Comienza la era de Holiness Today

En enero de 1999, las revistas Herald of Holiness y World Mission (Heraldo de Santidad y Misión Mundial) se unen en una sola publicación mensual. Bajo el liderazgo de R. Franklin Cook, Holiness Today comienza una nueva era en la Iglesia del Nazareno, una que llevará a la iglesia al nuevo milenio y servirá bien a sus miembros durante las próximas décadas.

Si bien el nombre Herald of Holiness (Heraldo de Santidad) desaparece con esta edición, el propósito del Heraldo no desaparece. La declaración de misión de Holiness Today es: Guiar a la iglesia a través de la transición hacia una nueva claridad de santidad y misión global. Con el Dr. Cook como editor en jefe, la Iglesia del Nazareno puede estar segura que la doctrina distintiva de su denominación: la santidad cristiana, y la misión de su iglesia: la evangelización mundial, se anunciarán mensualmente desde las páginas de la nueva revista oficial de la iglesia, Holiness Today.

Herald of Holiness, diciembre de 1998