El Dulce Aroma de la Oración
Uno de los mayores privilegios de mi vida ha sido representar a la Iglesia del Nazareno en todo el mundo. He terminado 12 años como Superintendente General y he estado en jurisdicción en todas nuestra seis regiones globales. Ha sido emocionante ser testigo personalmente de lo que Dios está haciendo a través de nuestros líderes, pastores, laicos e iglesias.