Jesús nos da nueva vida

Jesús nos da nueva vida

Jesús nos da nueva vida

Jesús nos da nueva vida

3 —De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.

4 —¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo.

—¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?

5 —Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios

—respondió Jesús.

Juan 3:1-21 (NVI)

¿Cuál es la mejor hora del día para visitar a una persona con el objetivo de consultar un tema importante de la vida? No hay hora verdad. Pero sí es importante buscar una hora en que la persona nos pueda atender. Tal vez eso fue lo que pasó con Nicodemo, de quien leemos su historia en Juan 3:1-21.

El escritor del evangelio remarca que este fariseo buscó hablar con Jesús de noche. Esto pudo deber por dos razones: una por temor al qué dirán, que era lógico pues los fariseos no querían saber nada con Jesús y seguramente lo juzgarían, sin ningún reparo. Pero por el otro lado, Jesús pasaba todo el día rodeado de gente, así que en la tranquila noche podía ser un buen momento para reunirse con él y hablar de temas que le preocupaban y no lograba entender. Y por último, también se sabe que los rabinos consideraban que la mejor hora para estudiar la Ley era la noche porque de esa manera no tenían interrupciones.

Lo interesante de esto es que Jesús allí estaba, dispuesto para hablar y enseñarle a este fariseo que buscaba respuestas para sí mismo. Nicodemo llama a Jesús maestro y lo reconoce que había venido de Dios por las cosas que hacía, y ante este reconocimiento Jesús dijo una verdad que se mantendrá en todo el Nuevo Testamento “…De cierto, de cierto te digo, que el que no naciera de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (v.3). ¡Qué verdad tan profunda!, “nacer de nuevo” tener la posibilidad de tener una nueva vida, dejando atrás lo que nos alejó de Dios y comenzando una vida con su cuidado y presencia en nosotros.

Esta nueva vida es una realidad hoy para todos los que se acercan a Jesús buscando su perdón. Esta verdad se ha mantenido desde los tiempos de Nicodemo y Jesús hasta hoy. Es maravilloso cuando nos reunimos como iglesia y recorremos los rostros de los hermanos y hermanas viendo el cambio que han tenido y esa nueva vida que hoy les permite disfrutar de la paz y el cuidado de nuestro Dios.

 La nueva vida en Cristo trae nuevos horizontes y nueva perspectiva de ver las cosas. En Mateo 18:3 (NVI), Jesús dijo: “…Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos”. Esta verdad dicha por el maestro encerraba la misma enseñanza, en la nueva vida debemos reaprender todo, debemos conocer los principios bíblicos y ponerlos en práctica, nuestra fe debe ser tan pura, sincera y real como la de un niño.

Debemos reconocer esta nueva vida que Dios nos da y ser agradecidos valorando que esto se logra porque “…de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (v.16). Vivamos honrando la nueva vida que Jesús nos da.

Germán Picavea sirve como misionero en la región de América del Sur.

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