GRATITUD ABSOLUTA

GRATITUD ABSOLUTA

GRATITUD ABSOLUTA

El apóstol Pablo escribió Efesios desde la cárcel. Desde una perspectiva consumista y frívola, el comentario de más de uno si hubiese estado en un grupo, en algún pasillo de alguna iglesia comentando la situación de este siervo de Dios hubiese sido: —“¡Qué mal le va a Pablo!”, posiblemente alguien más ya fuera de la iglesia y sin conocimiento de Dios, pudiera haber agregado: —“¿Y para eso escogió ser cristiano?”.

          En un breve estudio, hace ya unos cuantos años atrás y publicado en El Heraldo de Santidad, escribí acerca de algunas experiencias de Pablo bajo el título: “Cuando todo va de mal en peor”. Mencionaba que en la trayectoria misionera de este plantador de iglesias hubo una serie de acontecimientos en la que en el evangelio no todo es “prosperidad”, como predican algunos por ahí. Una lista de estos eventos (que trazan ese camino tortuoso), él lo relata muy bien en 2 Corintios 11:16-33.

          Si tuviésemos que contemporizar las pruebas en la vida de Pablo, seguramente más de uno que está leyendo este pequeño devocional diría: —“Para qué le cuento pastor, mis experiencias han sido durísimas”; y créame que yo mismo sería el que pudiera contar una y otra situación de prueba familiar, ministerial, o en el contexto de situaciones que han sido globales como la pandemia del COVID. Creyentes fieles al Señor en los que la enfermedad, la persecución y el dolor golpearon a sus puertas, y aun en este mismo momento.

          Tanto Efesios como la carta a los Colosenses fueron escritas desde la cárcel. En vez de estar en un rincón oscuro de su celda quejándose con Dios por su situación, Pablo alienta y describe la grandeza de Dios a sus lectores. ¿Podemos en estos tiempos, (o en el tiempo de pruebas y dificultad que pudiera enfrentar el lector) agradecer a Dios, alentar a otros, y cumplir el propósito de Dios en nosotros?

    En Efesios 1:3-14 (NVI), en el griego todos estos versículos son una sola oración, Pablo escribe a esa iglesia desde la cárcel, alabando al Señor. Si le preguntara específicamente a Pablo, ¿por qué debo estar agradecido en medio de mis circunstancias difíciles? Seguramente me contestaría: “Porque el Señor te bendice” y si quisiera profundizar mi conversación con él y le preguntara, ¿cuáles son esas bendiciones? Él me diría rápidamente:  

  1. Dios te ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3). Estas bendiciones incluyen la vida eterna, el conocimiento de Dios, la fuerza para resistir el pecado, la fe para obedecer a Dios, la libertad de la esclavitud del pecado, el poder para vivir una vida consagrada a Dios y mucho más.
  2. Dios te ha elegido en Cristo antes de la fundación del mundo para que seas santo y sin mancha delante de él (Efesios 1:4). Dios te ha escogido para que seas su hijo amado por medio de Jesucristo. Eres parte de su familia y estás bajo su cuidado y dirección.
  3. Dios te ha predestinado para ser adoptado por él como su hijo por medio de Jesucristo (Efesios 1:5). Ser predestinado significa que Dios me ha elegido para un propósito específico antes de la creación del mundo. Esta decisión es parte de la soberanía de Dios y se basa en su amor y gracia infinitos. Dios quiere que todos procedan al arrepentimiento. La persona tiene la libertad de aceptar o rechazar su ofrecimiento.
  4. Dios te ha dado el don de la redención por medio de la sangre de Jesucristo y la remisión de nuestros pecados (Efesios 1:7). Esto significa que Dios te libera de la condena del pecado, y te da la esperanza de una vida eterna con Él. La redención proporciona una nueva vida en Cristo, la cual viene con el don de la salvación y el poder de la reconciliación con Dios.
  5. Dios te ha concedido la plenitud de su gracia y su bondad (Efesios 1:8). La plenitud de la gracia y la bondad de Dios se refiere a la cantidad completa de su amor, compasión y misericordia que Dios te ha extendido. Esto significa que Dios está dispuesto a perdonarnos nuestros pecados y darnos una nueva vida. La Biblia dice: "Porque en Cristo hay abundancia de toda gracia, tanto de la que viene de Dios como de la que proviene de Cristo" (Efesios 1:7-8). Esto significa que Dios nos ha ofrecido toda la gracia y bondad necesarias para comenzar una nueva vida llena de esperanza y propósito. Esta gracia y bondad son un recordatorio de que somos amados y cuidados por Dios, y que siempre podemos contar con Él para guiarnos y darnos la gracia que necesitamos para vivir una vida abundante.
  6. Dios es generoso al darte la sabiduría y el entendimiento para que puedas tener dirección en tu vida (Efesios 1:8).
  7. Dios te ha revelado el misterio de su voluntad (Efesios 1:9). Esto significa que Dios quiere que todos los seres humanos se arrepientan y vengan a Él para salvación. Esta es su voluntad para todos.
  8. Dios te da la seguridad de la salvación por medio del Espíritu Santo (Efesios 1:13-14). El Espíritu Santo nos ayuda a tener y entender la salvación de Cristo, la cual es real y tangible para nosotros. Esto significa que nuestra relación con Dios no se basa en la fe solamente, sino también en la seguridad de que somos salvos.

     Hay otros aspectos por los que debemos estar agradecidos y alabando al Señor en todo tiempo. Mi oración es que el espíritu de Pablo me permita siempre tener gratitud absoluta por lo que Dios es y me permite ser aquí y ahora.

 

Mario Zani sirve actualmente en el Distrito de Kansas City, el junto con su esposa Perla, han sido plantadores de iglesias, pastores y misioneros en el pasado.

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