Una Oración de David Del Salmo 51
Hace varios años, en una conferencia sobre evangelización, escuché a un orador decir: “Nos hemos arrinconado. No sabemos qué hacer cuando el pecado ocurre en la vida de un creyente”. Se estaba refiriendo a una teología que afirmaba que los cristianos llenos del Espíritu no pueden pecar. Errores, errores, si… pero no pecado.