Formación Santa

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James K. A. Smith abre su maravilloso e innovador libro sobre adoración y formación Desiring the Kingdom, (Deseando el Reino), invitando a los lectores a imaginar que antropólogos extraterrestres de Marte vienen a la tierra para estudiar todos los aspectos de la humanidad. Debido a que están especialmente interesados en lo que la humanidad adora y venera, siguen a un gran grupo de personas a lo que creen que es un santuario. Los marcianos asumen que debe ser un importante lugar de culto porque tiene muchos autos en el estacionamiento y una vez dentro, no hay relojes en la pared (para que la gente pueda perderse en el momento de adoración), y las únicas ventanas que dan al edificio están en el techo (Invitando a todos a mirar hacia el cielo).

Durante varias páginas, Smith describe todos los diversos aspectos del culto y la adoración descubiertos por los investigadores extraterrestres: los colores litúrgicos cambian con las estaciones; los mapas (como boletines o carpetas de adoración) están disponibles para guiar el viaje espiritual de uno; acólitos y sacerdotes están presentes para recibir a los fieles, para ayudarlos a encontrar (en los “estantes”) lo que buscan y recibir sus ofrendas. Lo más significativo es que en esta gran catedral, hay numerosas capillas abiertas a los fieles, cada una alineada con ventanas icónicas. Sin embargo, en lugar de tener ventanas planas unidimensionales (como vidrieras) que ofrecen vistas trascendentes de lo sagrado, estas capillas tienen figuras tridimensionales únicas en sus ventanas, que ofrecen imágenes sólidas de la buena vida.

Le toma al lector solo un par de páginas darse cuenta que, en la ilustración muy descriptiva de Smith, los antropólogos extraterrestres sin darse cuenta han seguido a sus sujetos humanos a un centro comercial y no a una iglesia. El punto es claro. El centro comercial local no es solo un espacio neutral para comprar cosas, es, en muchos sentidos, también un lugar de adoración. Un lugar que da forma a nuestra imaginación, captura nuestro corazón y trata de enseñarnos qué amar.

El punto de la historia extraterrestre de James Smith no es solo que todos debemos estar conscientes de la forma en que el centro comercial está tratando de formar nuestros deseos y amores, también nos recuerda que todo el día, todos los días, estamos participando en prácticas que están formando nuestros corazones. De manera similar debemos recordar que un propósito clave para asistir a la adoración en los santuarios cristianos es comprender las prácticas ordenadas por Dios que nos enseñan a desear y buscar primero el reino de Dios y formar nuestro corazón en Él.

Los nazarenos tienen una palabra para cuando aprendemos a buscar primero el reino de Dios con todo nuestro ser y cuando nuestro corazón se forma totalmente en el amor de Dios: Santificación. Sin embargo, a veces, al centrarse en la crisis de decidir ser santificados, las personas dedicadas a la santidad no han recordado el importante papel que desempeñan las prácticas (particularmente las prácticas de adoración) en la santificación, transformación y Re habitación continuas de la vida de una persona.

En su gran sermón sobre “Los Medios de Gracia”, John Wesley escribió: “Todos los que deseen recibir la gracia de Dios deben esperar obtenerla por los medios que él ha ordenado”. Cuando uno lee los sermones, las cartas y otras reflexiones de Wesley sobre la adoración y los “Medios de Gracia”, se encuentra atrapado en un acertijo. Por un lado, Wesley rechaza abiertamente la frialdad del formalismo religioso. En su sermón, condena a aquellos que “confunden los medios con el fin”. Se compadece de aquellos que se enfocan en “una serie de prácticas exteriores, [en lugar de] en un corazón trasnformado según la imagen de Dios”[1]. en otras palabras, Wesley reconoce que las prácticas de adoración pueden convertirse en rituales vacíos desprovistos del poder transformador del Espíritu.

Sin embargo, por otro lado, Wesley ve el rechazo de estas prácticas de adoración (medios de gracia) como una falta de obediencia al mandato claro de Dios. Tales omisiones pierden oportunidades para que el Espíritu de Dios continúe transformando a los creyentes. Para Wesley, al participar en estas “señales, palabras o acciones externas”, uno se abre a la gracia de Dios “que previene, justifica o santifica”[2]. en pocas palabras aunque Wesley sospechaba y rechazaba la religión formal qué no lograba una transformación interna, no pensó en mejores métodos (después de todo, el era un “metodista”) que los sacramentos y las prácticas históricas, correctamente utilizadas para recibir y experimentar la obra santificadora continua del Espíritu en la vida.

Todas las noticias, redes de información, sitios web y redes sociales tendrán un sesgo inherente. La mayoría de estos medios de información tienen algoritmos incorporados que están diseñados para brindarnos información que está de acuerdo con nuestro propio punto de vista. Esta realidad puede llevar a las personas a tener visiones del mundo completamente diferentes entre sí en función del contenido que consumen. Las voces competidoras y dominantes del mundo pueden exprimir nuestra imaginación y perspectivas en su molde. La adoración invita al pueblo de Dios a ser santificado, apartado, para que podamos dejar de estar apretados en esos moldes y ser “transformados por la renovación de nuestra mente” (Romanos 12:2). Al pensar en la adoración y su conexión con la obra de la gracia santificadora, mi intención no es convertir a las personas en adoradores litúrgicos. Sin embargo, debemos prestar atención a las oportunidades perdidas para la formación y la santificación debido al descuido o la ausencia de los medios históricos de gracia. También debemos prestar atención a las formas en que somos moldeados por tradiciones de adoración menos formales, es decir prácticas de adoración informales con oraciones extemporáneas.

En una de mis clases de teología, pido a los estudiantes que asistan a un servicio de adoración más formal, es decir, rituales y ceremonias litúrgicas con oraciones escritas. El objetivo de esta tarea no es decidir si les “gusta” este tipo de adoración. Para mí, esa pregunta es irrelevante. Más bien, les hago reflexionar sobre lo que las diversas prácticas de adoración están tratando de hacerles. Este es el tipo de pregunta sobre las que les hago reflexionar: “Si fuera a asistir a esta iglesia durante 10 años, ¿cómo me cambiaría esta adoración?

Creo que esa es la pregunta que las personas que desean ser santas deberían hacerse con más frecuencia. Creo que generalmente evaluamos nuestra experiencia de adoración en torno a preguntas como: “¿me gustó esto?” o “¿Estoy de acuerdo con todo?”. Quizás la pregunta que la gente de santidad debería hacerse es: “¿Cómo mi participación regular en los medios de gracia, me está formando para amar a Dios más plenamente y a mi prójimo más completamente?” A esa pregunta John Wesley diría: “Amén”.

T. Scott Daniels es pastor principal de la Iglesia del Nazareno en Nampa College, Idaho, EE.UU.

Holiness Today, January/February 2021

 


[1] John Wesley, “Los Medios de Gracia” (Sermon 16), The Wesleyan-Holiness Digital Library, https://www.whdl.org/means-grace-sermon-16 (acceso en October 10, 2020).

 

[2] Ibid

 

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